domingo, 17 de agosto de 2008

Las primeras palabras del mudo

LA GRAN MENTIRA SALVADOREÑA
La mentira al final es una mentira, ¿dónde están los sueños de miles de personas que pelearon y murieron en la guerra de 12 años?, la gran potencia del Norte sigue siéndolo y lejos de decaer tiene una influencia como monosuperpotencia mundial, los comunistas se convirtieron en clientelitas de la elite económica de sus países, en el mío se reciclaron y se reconvirtieron aprendieron a vivir con el capital “enajenados” pero para beneficio propio, piensan como revolucionarios aunque vivan como el mas enriquecido capitalista, la guerra es tan sólo una idea el pasado, leen siempre el capital de Karl Marx y odian el neoliberalismo aunque no dejan de atesorar y de usar el dinero venga de donde venga, esa es la mentira, ambos bandos tuvieron sus pecados y se mercadean como inocentes, desangraron a un pequeño país de Centroamérica y llevaron a toda una generación a matarse entre si, en banderas que ahora nadie respeta ni siquiera algunos habían nacido, y oyen música contestaria y piensan como revolucionarios, otros se fueron al imperio contra el cual luchaban y lo peor de todo es que se quedaron dentro del imperio mismo, a aquel que tanto odiaban y querían destruir, otros que estuvieron dentro del bando del ejército se convirtieron en cualquier cosa y ahora no son héroes de la guerra, sino mas bien los olvidados que se avergüenzan de todas las almas que se llevaron cuando pelearon en el conflicto.
Una mentira es una mentira, la guerra de mi país no liberó a nadie, ni revolucionó nada, la miseria sigue, la pobreza es aún mayor que antes, ambos bandos siguen apostándole a desangrar al pueblo que dicen proteger, la doble moral sigue, se señala la prostitución pero sigue existiendo redes de prostitución de alta abolengo, se odia a las drogas pero existen grandes oligopolios que producen bebidas embriagantes, esas son las cosas que la guerra no pudo quitar, yo viví esa época y puedo dar fe de lo cruel que fue esa guerra, que ahora ya nadie recuerda, mi gente sigue rezando para poder tener dinero para terminar la quincena, se vive pidiéndole a Dios poder comer ése día, el pueblo Salvadoreño sigue apretado de su estómago, pero se le enseña a ser consumista, se le venden anuncios carisimos en televisión, se le enseña a gastar sin pensar, a consumir lo poco que pueda tener en sus manos, es injusto si lo es, pero ¿qué viene?, ¿qué nos prometen como respuesta?… pues creo que la clase política de mi país sigue siendo demagógica siendo fiel a su costumbre, el discurso es el mismo, y creo que sigue el status quo.
La gran mentira es creer que los políticos nos darán algo, creer que nuestra clase política le importa el pueblo que a todas luces está desamparado y sufre el abandono en todos los niveles, creer que nos resolverán algún problema, ese país que tanto amo, que siempre he llevado en mi corazón, no ve salida a sus problemas, lejos de eso va encaminado al extremismo, ese mismo que le costó a toda una generación 12 años de guerra, miles de muertos, y que dañó a todo un país que fue uno de los mas productivos de Centroamérica, ese es el camino que veo, espero en Dios (porque yo si creo en él) que nos ayude, y no desampare a todo un pueblo que ha sobrevivido a los colonizadores, a sus vecinos belicosos, a las superpotencias extranjeras, a terremotos, volcanes, tempestades y todo tipo de desgracias, espero que el extremismo no termine con un país que merece resurgir de las cenizas, ahora viene la prueba mas grande, ¿será capaz de sobrevivir a sus propios errores?.
Ezequiel Méndez
http://soundmute.blogspot.com
email: soundmute@ezequielmendez.info

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