Recientemente ha
habido una percepción que el candidato presidencial Donald Trump ha estado
bajando en las encuestas de sondeo, que incluso personas comprometidas en su
campaña están dándole la espalda, que dirigentes históricos del Partido
Republicano y que tienen peso y arrastre dentro del mismo han decidido
retirarle su apoyo, … ¿Qué es lo que pasa con Trump?
En primer lugar
Trump no ha bajado su tono confrontativo, su fórmula ha sido unir con su
irreverencia y sobre todo apelar a todo aquello que suene políticamente
incorrecto para aglutinar en su discurso todos aquellos estereotipos para
iniciar desde ahí sus receptores de sus más obstusos prejuicios: al islam, a
los mejicanos (y con ello todos los hispanos), a las minorías de cualquier
índole para apelar a los conservadores, pero su mayor error no han sido sus
ideas malinchistas sino haber hablado mal y vulgarmente en un video con un presentador
en el 2005 sobre como tocar las partes íntimas de una mujer embarazada, eso que
a todas luces ha sido orquestado para dañarle ha calado en la opinión pública
estadounidense de forma profunda porque todos no pueden saber del islam, puede
que no le importen los hispanos pero todos tienen madre y eso ha sido su
caballo de troya, a pesar de la disculpa ya su figura se ha devaluado de forma
pavorosa en la mente colectiva.
En segundo lugar
ya su discurso anteriormente gracioso ha caído en lo grotesco, no se ha
renovado los miedos colectivos ya no son tan consumidos y aceptados como hace
un año, su controversial retórica ahora causa cansancio y sobre todo el mismo
sector conservador lo ven como una amenaza política porque su forma de
despotricar a todo aquello que le molestaba es por hoy su causa de desgracia,
ha cansado hasta a su misma audiencia, aunque los Clinton no son blancas
palomitas en definitiva de los males es el menos nocivo para una sociedad que
necesita renovarse, y quizás sus ofertas electorales no sean grandes en
comparación a las que utilizó hace 8 años el ahora Presidente Obama no
despiertan ni la pasión ni el entusiasmo de otras contiendas electorales, Trump
ha sido víctima de su propio vómito y nadie en su alrededor quiere acompañarlo.
Las elecciones
se perfilan por el momento con un Trump producto del show mediático que él
mismo impulsó porque ha escupido tanto fuego que su dragón se marchitó, todo
puede suceder aún pero si siguen las cosas como van el barco Trump va
hundiéndose cada vez más, Clinton necesita quedarse tranquila porque Trump es
su mismo enemigo su bocota lo delata y es su perdición, ha atacado a tantos
actores de la sociedad estadounidense que ya sus enemigos están ansiosos para
ir y darle el voto de castigo, si él pensó que sus seguidores aumentarían ha
sido todo lo contrario son sus enemigos quienes lo hicieron ahora está aún más
solo hasta su compañero de fórmula quien le ha retirado su apoyo en sus
posiciones más controversiales, el mayor payaso político que haya parido la
política contemporánea yace solo en su circo y nadie quiere seguir esuchando
sus chistes gastados y aburridos.
Ezequiel Méndez
@ezek71 (twitter)
Ezek71@gmail.com