martes, 23 de septiembre de 2008

El mudo escribe...

RETORICA SALVADOREÑA
En El Salvador es difícil mantener una postura crítica, al momento de emitir alguna disensión con quien sea inmediatamente la respuesta es descalificar, hundir hasta lo último y si es posible destruir la crítica mediante la burla y la mofa barata muchas veces hasta denigrante. Las personas piensan muchas veces antes de redactar algo ya que es costumbre, que la intolerancia sectorial, política, ideológica y económica aparezca y seguramente hará que la persona sienta hasta cierto punto temor de escribir y mostrar sus ideas, cosa que considero impensable en los tiempos modernos en donde los vientos de democracia son por ahora la mejor manera de subsistir las diversas corrientes de pensamiento potenciando la sana crítica y el debate de altura. Pero lastimosamente hay quienes y lo digo en el sentido más amplio personas que consideran que cualquier crítica a sus dogmáticas ideas es un ataque personal y que debe de responderse con el grito, con los insultos y descalificar con improperios todo aquello que huela a contrariedad a su cerrado punto de vista, eso es en si la esencia del bajo debate salvadoreño, estamos ante la poca tolerancia, las extremas acostumbradas a elevar dogmáticamente sus doctrinas políticas son incapaces de escuchar cualquier postura contraria, y responden de forma violenta cualquier punto de vista que antagonice con sus ideas muchas veces llegando a la radicalidad extrema tan dañina en la historia de nuestro país.
¿Será capaz la clase política salvadoreña superar el extremismo tan inherente, tan profundo y hasta violento que hemos tenido históricamente? No se porque no puedo predecir el futuro, pero si puedo hablar de nuestro presente, mientras el discurso siempre sea con esa perspectiva tan cerrada, tan llena de radicalidad e intolerante dudo que podamos crecer en el debate político, mientras las extremas se sigan insultando y descalificando mutuamente, dudo que mejoremos nuestras propias miserias, estamos ante la polarización más cerrada de los últimos tiempos, se han creado escenarios muy críticos, lastimosamente nuestra economía pasa por momentos duros, y eso hace que el tema económico gane terreno pero muy en el fondo siempre son las mismas situaciones, y dudo mucho que en el futuro cercano alguien pueda revertir la mala gestión económica que abate a la clase media y trabajadora. Mientras el consumismo nos haya convertido en personas que gastan en cosas superfluas su dinero, y entre mas se gaste en servicios innecesarios y hasta onerosos, las personas seguirán sin crecer económicamente, mientras las personas no sepan definir sus prioridades y malgasten sus dineros vanidosamente, y no ahorren muy a pesar de las condiciones infavorables de la economía, veremos a políticos odiosos incitando a la violencia, en lugar de enseñarnos a manejar de manera responsable el dinero se nos irá de la mano en consumos que no son esenciales y seremos nosotros mismos los que le demos a ellos las razones que hay que buscar en la poca educación que en materia económica poseemos, sino no somos capaces de manejar responsablemente el presupuesto de nuestro dinero, imaginemos como estarán aquellos que manejan el dinero del estado, estamos en una cadena de consumismo predador, y eso llega hasta el estado mismo, mientras no sepamos definir las prioridades de nuestra economía tanto personal como gubernamental, seguiremos en lo mismo, y ese debate tan anacrónico que ahora tenemos lo seguiremos perpetuando ante la mala cabeza de aquellos que deciden pensar con las emociones y no con la cabeza, porque muchas veces el pensar es algo que se debe de evitar porque los dogmas políticos así te lo indican.
Ezequiel Méndez
Email: soundmute@ezequielmendez.info
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domingo, 14 de septiembre de 2008

Sin palabras...

POLITICA DE SIAMESES
El Salvador ha perdido la neutralidad, es una quimera, estamos en medio de la batalla de los extremismos, ambos sin discurso profundo se dedican a vociferar improperios contra el adversario, en el ciber espacio abundan sitios polarizados y extremistas de ambos bandos, con su peculiar estilo de ver las cosas, o es blanco o negro, no hay espacio para los grises esos que al final terminan siendo lo más parecido a la realidad, se han enfrascado en un dime que te diré de puras estupideces que al final le da el toque propio, dos niños peleándose por un juguete en éste caso la primera magistratura, ahí el que se enoja más pierde, ambos se dicen los insultos necesarios para recrear la parte emocional del otro, y el que grita y amenaza más es el que gana el dulce (en éste caso el voto), pero lo increíble de este show (de mala calidad por cierto) es que ahora las cosas pintan con mayor posibilidad para uno de ellos, y esa coyuntura es la que hace que el proceso sea más interesante, estamos a punto de entrar a una nueva era dentro de la realidad salvadoreña, el radicalismo tan extremo que siempre hemos tenido está llegando a su coronación máxima, estas serán las elecciones más extremistas jamás vistas, la polarización ha llegado a su punto más álgido la cual no deja que se vean las cosas con claridad, vemos una pelea de siameses, están en el mismo cuerpo (el mismo país) comparten la misma carga genética (viven en la misma realidad) y se han declarado la guerra mutuamente, pero son lo mismo, son hermanos porque tienen la misma sangre y habitan en la misma realidad física, esa es la realidad ambos se necesitan retomando la idea de la dialéctica, por eso es lo cruel de todo, sea quien sea el que gane en la pelea visceral que se tienen el único seguro perdedor será sin duda el pueblo.
            La demagogia tan propia de la politiquería barata de El Salvador es la única gran ganadora de éste proceso desgastante, hemos tenido que soportar esa pelea infantil de éstos siameses malcriados, no pueden ponerse para nada de acuerdo todo es se debe llevar al esquema de un punto de vista y punto, la psicorigidez de ambos es increíble, y lo peor de todo son esos miles de adeptos a sus postulados que son capaces hasta de morir por ese ideal de cada  extremo, esa pelea es ya en realidad tan vacua que siento pena de la política salvadoreña siempre en los mismo, con las mismas canciones, con las mismas promesas y al final el mismo resultado, quien gane tendrá el pastel llamado estado para repartirlo entre sus bases, y el que pierda se recargará para volver a  pelear por ese pastel que se ha ido de sus manos, es la triste realidad, el pueblo ese por ese quien dicen pelear tendrá la peor parte como siempre, con una crisis mundial de por medio, con la mala gestión pública de nuestras instituciones, y con el extremismo propio que nos caracteriza estamos en el umbral de la repetición de la historia misma, mientras los siameses se sigan peleando el circo sigue cobrando para que vean la función, ese show macabro de miserias e insultos que vemos en el mundo miedático del día a día, mientras el pueblo seguirá son su suerte echada, independientemente de los resultados deberá de aceptar que cuando el pleito termine y el pastel se reparta ni las migajas quedan para la inmensa mayoría, porque la política lastimosamente es así. 

Ezequiel Méndez
soundmute@ezequielmendez.info
http://soundmute.blogspot.com

martes, 9 de septiembre de 2008

Mudo ante la realidad

SURREALISMO GUANACO

“Todos los días es una aventura por sobrevivir” esta frase me la acuñó una comadre mía hace unos meses, pero lejos de quejarse y de ponerse negativa ella apelaba a la gran fuerza de voluntad que la mayoría de los salvadoreños tenemos, porque aún con una situación económica caótica que ya ronda varios años y a pesar de que El Salvador no es viable como proyecto económico para los mismos salvadoreños muchos continúan caminando el camino lleno de cenizas y de miserias sin decaer y con el ánimo de que vendrán tiempos mejores, creo que independientemente de qué sea lo que nos depare como futuro político tenemos la obligación de aplaudir a esas miles de personas que no teniendo un mañana salen a ganarse su presente, muchas de ellas sin mayor ingreso que el que van a lograr en su venta diaria, sin mas que lo que logran el día a día, mientras la clase política quiera embobar a las personas, muchas de ellas no tienen tiempo para escuchar tanta basura mediática y tienen que enfrentarse con sus crudas realidades, sobrevivir es lo que tiene que lograrse independiente a las circunstancias, porque los salvadoreños compartimos una misma identidad, un mismo lenguaje, una misma cultura y las mismas circunstancias a veces no tan alentadoras como quisiéramos que fuesen, estamos juntos y a la vez solos en las desventuras, porque el salvadoreño lejos de lamentarse sale a buscar su suerte, con su sudor se gana lo poco con que puede sobrevivir, los que no lo hacen son las lacras con las que también debe de enfrentarse: “maras, ladrones, carteristas, huele pegas, drogadictos, etc.,” que se suman a las miles de adversidades con las que debe de enfrentarse día a día.
Sobrevivir es una especie de surrealismo al estilo guanaco, no nos queda otra opción, estamos solos y nadie puede sacarnos adelante, es el deseo de salir avante ante la adversidad la que nos hace ser productivos, la que hace que encontremos miles de personas vendiendo en las esquinas, soportando grandes cargas en sus cabezas, bañándose de lluvia cuando cae un temporal, madrugando para salir temprano a traer la venta necesaria, miles de personas torteando y pupusueando desde muy de madrugada para tener algo cuando la gente sale a sus trabajos, ese ánimo los políticos (que por cierto lo tienen todo arreglado) no se ven en esas situaciones de extremidad, ellos que viven del dinero del pueblo se duermen tarde se levantan tarde y trabajan sólo ciertos días de la semana y tienen todo el dinero para vivir sin sobresaltos, al contrario de la clase obrera y media debemos de cargar en el lomo toda la carga de esa irresponsabilidad política que fácilmente piden préstamos onerosos para pagarse sus viajes y sus lujos a instituciones extranjeras felices de ver cómo se acaban esos fondos en disparates y sandeces, al salvadoreño no le queda tiempo cada día le da hambre a él (o ella) y a sus hijos(as), tenemos que enfrentarnos con una realidad dura y cruel, la economía ha llegado a niveles insostenibles, y sea quien sea quien continúe en el poder, las cosas no pintan en camino a mejorar, así que la frase de mi comadre es más que cierta, cada día debemos enfrentarnos con la aventura con el objetivo de sobrevivir que tan magistralmente los salvadoreños desde tiempos ancestrales hemos hecho.

Ezequiel Méndez
soundmute@ezequielmendez.info
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viernes, 5 de septiembre de 2008

El silencio del ruido...

LA NUEVA ERA SALVADOREÑA
Hace casi 500 años Maquiavelo escribió en su monumental libro que es considerado el primer tratado de política moderna “El príncipe”: “el fin justifica los medios”, nada más exacto para la comparsa de la realidad social salvadoreña, aquí que no tan sólo tenemos que lidiar con los políticos mediáticos, sino también con la burocracia estatal y con la de ideología que va desde canciones hasta artículos de periódicos de primera plana, la polarización se ha extremizado hasta niveles insospechados, soñadores a ultranza, radicales extremistas, neo comunistas, neo nazis y toda una amplia gama de tendencias ahora se van al cuadrilátero de las ideas, se extreman radicalizando sus posiciones como si tuvieran ellos solamente la verdad absoluta, y lo peor de todo nadie la tiene, cada quien ve desde su limitada perspectiva, emiten sus postulados pensando que no hay nada que se les oponga a su verdad absoluta, resultados obvios: terminan desencantados desde sus propios andamios ideológicos derrotados por realidades mucho más extremas que lo que ellos vivían en un primer momento.
Nadie puede obtener la razón y verdad absoluta, los grandes filósofos nos indican que la realidad es una suma de realidades relativas que al sumarse crean la realidad que todos conocemos, la ideología mal manejada crea seres robotizados que no tienen perspectiva propia y que actúan de acuerdo a lo que la ortodoxia de su postura dice, eso es en realidad lo que el neo maquiavelismo promueve, manejas incluso a tus propios detractores y los haces que en su discurso se contradigan para al fin y al cabo lograr un solo objetivo “el poder” que es el fin que se quiere obtener, los medios abundan y hasta una palabra fuera de contexto o un hecho aislado que no tenga nada que ver con el hecho que se discute es válido para lograr lo propuesto.
En El Salvador se ha generado un crisol ideológico más que amplio y diverso, pero eso crea sus propias dinámicas y contradicciones, todos quieren promover sus verdades no porque sus posiciones sean buenas sino porque los demás tienen errores y defectos, eso es lo crítico no porque sea lo más sano para la dinámica misma, la postura debe de justificarse en base a lo propio no a lo errático del entorno, la mayor grandilocuencia de la política es pretender ser la cura de todos los males cuando ella misma se vuelve un mal que no nos queda más que aceptar y sobrellevar, los políticos han olvidado que no somos un ganado del cual seremos manejados de tal manera, somos personas muchas de ellas con capacidad analítica e independencia de criterio, que no somos un simple número de una estadística, somos más que eso, la sociedad misma es demasiada compleja para pretender manejarla como a una persona, los políticos se han olvidado de escuchar a los verdaderos problemas que subyacen de su misma demagogia, y lejos de querer solventar los problemas reales se han embarcado en un discursos insustancial y anacrónico.
Ezequiel Méndez
soundmute@ezequielmendez.info
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