lunes, 2 de agosto de 2010

LA BUROCRACIA

LA BUROCRACIA
 
Latinoamérica entera ha sido históricamente el caldo de cultivo de la “Burocracia”, en El Salvador no es la excepción, debido a que en su esencia social este componente siempre ha coexistido aún en tiempos de guerra, las personas debemos de ir a instituciones gubernamentales con la idea preconcebida que vamos a recibir un trato indolente e indiferente por parte de aquellos que nos deben un servicio al menos con un mínimo de respeto. Si pueden ponértela difícil no lo dudarán ni un instante, ya que esa es por decirlo de alguna forma la esencia del burócrata: “Hacer difícil todo aquel procedimiento que nos consuma tiempo y espacio a nosotros los usuarios finales”. El gobierno por doquier tiene personas acomodadas a su trabajo por lo cual quieren pasarle “bien” a base de ponernos “mal” a todos aquellos que deseamos un servicio por parte del Gran Estado Burócrata. No hay forma de escaparnos pagamos por que nos traten megalaganariamente, y eso sin poner en cuenta la Burocracia privada que es un fiel reflejo de la estatal.
 
Si deseas un papel de importancia debes de someterte a todas las posibles trabas en aras “a cumplir requisitos”, y si observan que el usuario es analfabeto todavía mejor los “burócratas” harán sentir todo su poder para hacer notar su “superioridad” académica y laboral, y cuando el usuario haya sido humillado hasta la última consecuencia es que talvez le ayudarán no sin antes haberle sometido toda burla posible revestida “de ignorancia procedimental” que es lo que en realidad hay que hacer notar, las normas son las normas y hay que cumplirlas en aras de complicar al pobre usuario final que no le queda más que soportar tantos vejámenes por parte de las supuestas autoridades y tecnócratas. La Burocracia está protegida de cualquier color político ya que el que estaba ya no la ejerce pero el que está la usa, esa es la contradicción más bonita de todas: cuando estás en el lado de la “oposición” prometes erradicarla pero cuando llegas al poder no te queda otra más que con todo el dolor del alma “ejercerla”; porque esa es la realidad: nadie quiere erradicar algo que está omnipresente en la esencia de la sociedad misma, a las personas les gusta complicar y la Burocracia eso es precisamente lo que hace: complicar todo aquello que debería ser fácil y sencillo, porque es la expresión de la mediocridad personal, de la falta de conciencia social y económica de aquellos que ejercen el poder, y con ello se aseguran que los gobernados reciban un trato despectivo y desmerecedor muy a pesar que muchos de  que los Burócratas en algún momento recibieron ese mismo trato.
 
Para cambiar esa mentalidad hay que atacarla, hay que hacerles saber que los ignorantes muchas veces son ellos mismos al despreciar el salario que perciben es producto de los impuestos que todos sin excepción pagamos, los burócratas muchas veces inflan sus egos porque creen que han llegado al final de un camino que les asegura una buena porción del dinero de las rentas nacionales, dinero que sencillamente son ellos los que desmerecidamente ganan a base del maltrato y mediocridad, porque el pueblo calladamente les aguanta tanta malasangre y desgana, cuando quieran hacer prevalecer sus prepotencias debemos hacerles ver que ellos nos necesitan tanto como ellos piensan que les necesitamos, que somos directamente proporcionales a sus “privilegiados salarios” en relación al dinero que pagamos en nuestros impuestos y que lo mínimo que pueden hacer es tratarnos con dignidad y rapidez, que todo cambia y en el futuro pueden volver a estar del lado del usuario necesitando ese servicio que tanto se ufana en ofrecer, la Burocracia es un mal que hemos permitido que crezca pero también tenemos la potestad de eliminarla y controlarla, depende si decides aceptarla o combatirla, todo inicia en tu forma de procesar tus ideas, y espero que este artículo te ayude a iniciar esos cambios que tanto necesitamos.

Ezequiel Méndez
ezek71@soundmute.co.cc
http://soundmute.co.cc

martes, 11 de mayo de 2010

LA VIOLENCIA EN EL SALVADOR PARTE I

LA VIOLENCIA EN EL SALVADOR
UNA ESTRUCTURA DE PODER
PARTE I

La violencia en El Salvador ha sido históricamente el medio de expresión: ya sea personal, familiar o social, en la cual las frustraciones y demás emociones se hacen sentir en el seno de la sociedad misma; ha causado guerras ya sea con sus vecinos o al interior de su propio territorio, y ahora la tenemos en una nueva versión: la de las pandillas juveniles, con la agravante que las demás lejos de aminorarse siempre están en el panorama ya sea de forma pasiva y siempre desgarrando al (la) salvadoreño(a) común que tiene que lidiar con tantas adversidades. El culto a la violencia es una norma aceptada, aquel que quiere tener un rol de dominio tiene que demostrar que tanto poder e influencia ejerce siendo violento(a) y despiadado(a) se es con aquellos que se ejercen alguna influencia, desde la madre hasta las empresas ejercen este medio de control porque la sociedad entera está llena de violencia, desde el machismo más radical hasta las peleas entre borrachos se observa el mismo patrón, el más violento domina y se gana un lugar entre sus congéneres. Esa es tristemente las normas de convivencia en una sociedad en donde impera la violencia no el raciocinio ni el respeto, porque ya muchas generaciones han vivido y perdurado con esos esquemas aceptados por todos y todas.

Ahora observamos a pandilleros que se han ganado su espacio a base de balas y fuerza, las personas les respetan porque no le temen a nada y además son ultra violentos y no lo piensan dos veces al momento de enviar a alguien al otro mundo, ese esquema es el que mas nocivo es: las personas de forma pasiva se dejan dominar de aquel que no respeta y además gobierna desde sus propias estructuras de poder, tienen territorio y los demás deben de acatar lo que ellos indican, la ley y la sociedad les deben de entender aunque ellos difícilmente entienden a los que someten con su violencia, cometen delitos y para colmo las leyes les protegen más que aquellos que reciben sus atropellos, la violencia de nuevo ha ganado la partida ella es la que de verdad impera en las calles de barrios y colonias que no tienen otra realidad y de aquellos que a base de miedo someten, abusan y gobiernan desde la violencia más oscura e indolente de la era moderna.

El Salvador es por hoy uno de los lugares menos alentadores para vivir, la situación económica tiene su propio peso, la pobreza esa que históricamente ha cobrado que muchas  personas busquen otros horizontes y otros lugares para subsistir ha cobrado muchas vidas, ya sea por la indigencia, la violencia juvenil, y la intrafamiliar que es la más silenciosa pero no la menos perniciosa, la delincuencia común que ahora camina tan rampante, y hasta el raterismo común y simple tiene aterrado a un pueblo que no tiene otro escape más que el fútbol y la bebida con la cual atempera su triste realidad, esa es la sociedad que hemos construido en estas décadas de gobiernos centrados en la macroeconomía pero que le han dado la espalda a la micro economía aquella que ha sido la base económica de la sociedad misma, por eso somos un país con una cara muy bonita de cara a la transnacionales que ven oportunidades en donde sólo hay pobreza y consumismo obtuso por doquier, esa es la realidad de un país con una inmensa microeconomía desamparada de su estado que lejos de protegerla la ignora, por ello la violencia hace de las suyas, ante tanto desencanto no tenemos otra salida más que explotar ante cualquier eventualidad, por ello la violencia seguirá siendo una estructura de poder, sino cambiamos esos esquemas insalubres la infección seguirá creciendo en cada nueva generación que la reproducirán en su diario vivir, sino apelamos a la educación como un medio y la tolerancia como forma difícilmente cambiaremos esa realidad que nos arropa y destruye de forma lenta y certera, El Salvador se merece una nueva realidad, de nosotros depende construirla y potenciarla, y aquellos que sólo promueven la violencia caerán en algún momento víctimas de si mismos y de lo que han cultivado, no podemos dejar que ellos destruyan a toda una sociedad, merecemos un país que un día se ufanó de ser la Japón de Latinoamérica, la productividad la hacemos todos y la sociedad somos todos, así que entendamos el mensaje: Una célula no puede matar a todo un cuerpo a menos que se convierta en cáncer, y se controlamos las células y las aislamos podemos curar y sanar la enfermedad, así que no debemos de tener miedo a la enfermedad si podemos tener medicinas y tratamiento a tiempo, sólo la ignorancia puede potenciar el miedo y la hecatombe en la cual vive mi patria, si sobrevivimos a invasiones, a catástrofes naturales, a guerras ¿porqué no a esta realidad? podemos el salvadoreño como dijo Roque Dalton en su célebre “Poema de Amor” “…a los hacelotodo, los vendelotodo, los comelotodo,  los primeros en sacar el cuchillo,  los tristes mas tristes del mundo,  mis compatriotas, mis hermanos.” Que mejor forma de decir lo que somos, y de terminar un artículo que espero te haga pensar en la violencia que nos arrebata y de cómo podemos cambiar aunque sea de forma mental nuestra realidad.

Ezequiel Méndez
ezek71@soundmute.co.cc
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