Si existe una persona que sabe
explotar los miedos colectivos ese es Donald Trump, que ahora se acerca
peligrosamente a una nominación del partido Republicano en Estados Unidos, su
fórmula mediática es simple: Tenemos
problemas y la razón de dicho problema son los inmigrantes especialmente los
mejicanos y con ello por gravedad se van todos los latino hispanoamericanos,
nuestras desgracias son directamente proporcional a nuestra tolerancia con
ellos o sea entre menos tolerantes seamos mejoraremos nuestras situaciones y
por ende hay que sacarlos a todos, hay que construir un muro que nos divida y
proteja mejor de ellos, y para ello debe ser el vecino del sur quien debe pagar
por dicho muro… A forma de caricatura esa sería la plataforma mercadológica
que ha sido muy efectiva para su interés de lograr la ya cercana nominación,
explotar de forma desgarradora los miedos de un pueblo que ha vivido ya por
años una recesión (Producto de guerras en la pasada década producto de otro
presidente republicano: George W Bush) la cual en términos simples tampoco es
producto directo de la inmigración en este caso mejicana, hay que aceptar que
hay situaciones que tampoco son menester de los inmigrantes como son el
contrabando de sustancias ilegales, el narcotráfico, la delincuencia y la
violencia que todo el bajo mundo fronterizo genera. Pero ni modo ahora el Señor
Trump ha dejado entrever que son culpa y responsabilidad directa de inmigrantes
que no solamente es un gancho para toda una campaña intolerante y odiosa sino
que es la razón para sacar ese miedo a algo en este caso a quien Trump piensa
son los responsables de todos los males del pueblo estadounidense y con ello
aglutinar a todo el ala conservadora del partido republicano el cual además de
poder económico tiene también el poder político en la complicada trama política
de la sociedad norteamericana.
Incitar al odio es fácil de cara a
una situación económica adversa, en el pasado otros extremistas lo han hecho y
han conseguido resultados a veces que se salen de la mano: Los nazis en Alemania
en la década de los años 30 del siglo XX, los fascistas en Italia en la misma
época, los Bolcheviques en Rusia a principios del siglo XX, los Chiítas en la
Revolución islámica de Irán, y muchos movimientos que buscaban justificar algún
mal social y siempre se encontró que los prejuicios y la intolerancia siempre
tiene un dedo para señalar y para endorsar todo el mal a un grupo social,
étnico o religioso para hacerlos acreedores de todo el mal que una sociedad
vive en un momento particular.
Donald Trump juega un trama muy
peligroso porque la sociedad estadounidense se ha vuelto muy dependiente del
trabajo que los inmigrantes mejicanos hacen dentro de su territorio, los
trabajos relacionados con la agricultura y la agronomía dependen mucho de ésta mano
de obra, los trabajos de limpieza y de mantenimiento son casi exclusivos de
éste sector y para colmo dependen en gran medida de éstas personas cuando
inician las temporadas propiamente dichas, el señor Trump sabe que es un juego
muy peligroso pero ha llamado a ser “sincero” la cual dicha sinceridad no es
más que un racismo indolente e intolerancia disfrazada de nacionalismo para
tener un motivo común y así unir a una sociedad cada vez más dividida económica
y socialmente, él mismo contrata personas de éste sector para el mantenimiento
y limpieza de sus edificios pero ni lo dice ni lo acepta para no afectar su
propaganda cada vez más incendiaria y odiosa.
Incitar es sencillo porque no hay
quien defienda al atacado, los hispano americanos no son tan unidos como
debería y eso le abre las puertas a un Trump cada vez más decidido a perseguir
y cazar a los mejicanos, lo que provoca que el mismo partido Republicano se
asuste ante una figura tan discordante y divisorio como es dicho magnate,
porque sabe que éste personaje no solo aglutina los miedos sino la división racial
la cual otras minorías podrían hacer frente común como lo son los afro
americanos y los asiáticos al sentirse en una futura mira de dicho señor.
Lo más difícil ahora no es si logra
la nominación la cual es potencialmente posible, sino que ahora la sociedad
norteamericana está herida por un lugar que nadie pensaba hay xenofobia
institucional… el conservadurismo de los Republicanos quedará siempre con esa
huella y puede afectarle para siempre, así como los alemanes por más que
quieran no pueden esconder su momento oscuro, o los italianos o los rusos o los
iraníes, la historia siempre estará ahí y se convierte en un filtro para el futuro,
los republicanos le han dado demasiado poder a alguien que puede destruir una
cultura conservadora pero democrática, una cultura que ha llevado siglos en
construirse pero que gracias a Trump puede caerse en apenas meses y años si
éste logra el poder, la sociedad estadounidense puede caer en el extremismo de
la xenofobia sin fundamento, si Trump logra no solo la nominación sino la
presidencia éste no solamente llevará caos interno sino internacional, un
presidente así no solamente hará mucho daño sino que mundialmente tendremos una
persona deseosa de llevar guerra e intolerancia, sino una persona con
mentalidad imperialista y sometedora la cual no solamente dañará al gran pueblo
estadounidense sino al mundo entero.
Salvador Ezequiel Méndez
@ezek71 (twitter)
Ezek71@gmail.com