En los últimos
20 años me he encontrado con muchas personas de todos los espectros políticos posibles,
muchos de ellos y ellas muy brillantes y aunque con algunos(as) no he coincidido
no quita que han sido además de ejemplares muy respetuosos(as), tanto en mi
país EL SALVADOR como en la diáspora he encontrado personas letradas y muy
claras en sus concepciones políticas, quizás lo gracioso ha sido que a los que
a veces les encanta irrespetar y hasta menospreciar han sido de personas que
son mi familia o personas allegadas; lo paradójico es que muchos elementos que
voy a enumerar se dan sin un orden específico pero aparecen de alguna forma u
otra:
El apóstol
del insulto: Para muchos radicalizados, en el que el mundo sólo existe
su concepción política no queda más que encontrar el insulto adecuado, una vez
el insulto ha salido, y lo han difundido poco importa que dicho apóstol quede
como un imbécil ya que el único placer ha sido insultar, sentir que le has
ganado la moral al contrario aunque muchas veces salga más del hígado que de
razones o de ideas que puedan contrastarse, debatirse o hasta convencer con un
mínimo de respeto; éstas personas tal cual similar al pobre perro ladran pero
no por ladrar sino para insultar, el insulto es la forma natural en que
demuestran la poca cultura política y la ignorancia, ya que el que de verdad
quiere que sus ideas se difundan busca la forma de hacer que sus plataformas y
concepciones políticas se popularicen de forma positiva nunca como borracho en
una cantina, el apóstol del insulto siempre busca herir susceptibilidades
porque así en su mundo atrasado gana aunque en realidad pierda credibilidad y
hasta el respeto de quienes lo ven como insulta e intenta lastimar a sus
adversarios con sus burlas.
El bufón:
Es aquel que dentro del mundo político sólo hay un camino: La burla, llama a
todos ignorantes, todos los adversarios son homosexuales, y las mujeres
lesbianas, si alguien comete un error hay que recordárselo siempre aunque en el
camino el bufón comete los mismos y hasta más grandes que a los atribuidos a
los demás, adicionalmente es el primero en buscar cómo satirizar al adversario,
su mundo gira alrededor del desprestigio que hay que maximizar con la burla, es
por decirlo el sátiro romano pero en nuevas versiones modernas, si puede
utiliza la tecnología para buscar cómo hacer rumores e inventar total lo que
busca es satirizar aunque tenga que inventarse el contenido de cualquier idea
su único objetivo destruir a sus enemigos o adversarios políticos. El bufón es
tan pernicioso como el apóstol del insulto pero elige la burla no el insulto
como camino para expresarse.
El
activista sin fin: Este es quizás el que lleva una vida más enfocada a
diferencia de los otros anteriores busca formas más pensantes de hacer llegar
sus ideas, busca a sus amigos y circulo de familiares cercanos para difundir su
evangelio político, busca adoctrinar a como dé lugar, habla en el trabajo, en
cualquier lugar que se lo permita, aunque es más respetuoso siempre puede
llegar a convertirse en los dos anteriores si pierde los estribos, vive en una
lucha constante y vive apasionadamente su vida política aunque es una persona
extremista y su polarización es tal que toma las cosas políticas a niveles
hasta personales afectando su familia y amigos que lo ven boquiabiertos como
vive sin fin en un activismo comprometido sin límites que puede incluso
costarle más que alguna que otra discusión sino se alinean a sus fanatismo y
puntos de vista.
El
despreciativo: Este por lo general encuentra en el desprecio su tabla
de salvación política, ya que no tiene porque enfrentar a nadie ni a nada,
simplemente cuando no encuentra bases para sustentar sus ideas inicia lo que yo
llamo “el modo desprecio”, y por medio de un desprecio desmedido desmerece a
sus adversarios, siempre vive viendo con ojos de desmerecimiento a los demás,
aquellos que piensan como él son personas sinceras y buenas, los demás son
tontos y enemigos potenciales, ya que los adversarios por el solo hecho de
serlos no merecen ni siquiera el respeto, son en realidad una buena masa de las
bases porque ignorando y siendo ignorantes son más útiles y fácil de manejar a
nivel político e ideológico.
El
pendenciero o cabeza caliente: Este es el más peligroso de todos porque
lleva otros niveles lo que de por sí debería de ser una diferencia política o
ideológica, siempre hay personas que están dispuestas a cruzar la raya de la
sensatez y por “amor al partido o idea política” son capaces de hacer
verdaderas estupideces y barrabasadas, éstos son el brazo “valiente y duro”
porque son capaces de trasgredir y de hacer daño sin que medie algún tipo de
remordimiento, de todos los mencionados éste es el más dañino y poco productivo
porque a pesar de ayudar en un inicio se convierten en una carga pesada cuando
las instituciones políticas-ideológicas tienden a apartarlos para no tener que
lidiar con sus formas de buscar problemas.
Si viste a alguien
o mentalizaste a alguien es porque las personas viven la política y mucho, es
una sociedad dividida en extremas itinerantes y distintas, pero que tienen
adentro de sus filas personas que como antes describí a verdaderos fanáticos ya
que su extremismo y polarización es casi total, estas características es
patrimonio de toda Latinoamérica, porque vivimos en sociedades que usa la
política para aventajar a sus actores y para utilizar a quienes los llevan a
sus cargos, por ello identificar y apartarse de estos personajes se hace cada
vez mas mandatorio, por sanidad mental y porque no merecemos ni burlas, ni
violencia, ni insultos ni nada que nos haga desmerecer a nuestras ideas
políticas e ideológicas.
SALVADOR EZEQUIEL MENDEZ
LICENCIADO EN DERECHO
ANALISTA POLITICO
@ezek71 twitter