Cuando
hay un debate siempre suelen oírse ambos lados del espectro y los que asisten
al mismo sacan posteriormente sus conclusiones, si es intelectual las personas
pueden escribir mediante escritos manifestar sus ideas y luego de exponer sus
argumentos la contraparte hace un contraargumento y así se hacen los debates
que bien le hacen a cualquier sociedad ya sea la de un país, o intelectuales
como las universitarias, o de los colegios y escuelas, o de índice civil
incluso políticos; el problema es cuando se llega al nivel de polarización como
la que ha alcanzado ese pequeño pero violento estado centroamericano llamado El
Salvador, con casi 193 años aún no estamos consolidados como una sociedad
avanzada sino todo lo contrario, hemos tenido una historia álgida gobernada por
una clase política realmente sinvergüenza y saqueadora, los medios los cuales
son los que mantienen un meta poder siempre han caído en las manos de sectores
antagónicos y mutuamente intolerantes, los cuales no se soportan pero no pueden
vivir el uno sin el otro.
El
Salvador es una mezcla de pólvora y docilidad, ambas se mezclan formando a un
ser humano trabajador, batallador, necio, empedernido, machista pero que puede
coquetearle a la violencia con suma facilidad, por eso cuando el salvadoreño
piensa lo hace en término dicotómicos: claro – oscuro, bueno – malo, derecha –
izquierda, y cualquier cosa que pueda categorizarse en dos opciones fácilmente
identificables, porque es tan falto de creatividad históricamente que así ha
sido manejado más fácilmente por sus políticos los cuales si conocen la
realidad y se preparan de una forma tal que estudian a éste pobre ser
manipulado por las extremas, por oligarquías cerradas e intolerantes, por
revolucionarios violentos e intolerantes, por muchas hierbas de muchos sabores,
desde que las potencias se dieron cuenta que el país más densamente poblado de América
debía de tener gobiernos ante la incapacidad de los mismos de ponerse de
acuerdo, fue invadida por la naciente México y hasta que EEUU y su corriente de
pensamiento entró en los gobiernos de una burguesía criolla que no supo hacer
bien su transición de aquel pseudo feudalismo a la actuales realidades
económicas de nuestra patria saqueada por transnacionales ya sea de origen norteamericana
hasta la actual de transnacionales de inspiración izquierdista como lo ha sido
el famoso ALBA que hay que identificarla como una con aroma propio a la “salvadoreña”,
ambas se llevan sin darse cuenta nuestra productividad haciéndonos pueblos
consumistas acéfalos y faltos de personalidad para enterarse que nos venden una
versión barata de “pan y circo” y nos idiotizan con tal de mantenernos con la
atención en los temas menos trascendentales, así los gobiernos han robado sin
sentir la más mínima empatía por el pueblo al que le roban y le quitan sus
cosas ganadas por esfuerzo y dedicación. (ojo no importa que de lado del
espectro sea ambos una vez en el poder son unos grandes ladrones porque el
poder seduce voluntades, compra conciencias y sobre todo da mucho vigor para
aquellos que hay que mantener callados…)
Recibimos
la guerra fría y de nuevo los salvadoreños se polarizaron e iniciaron una
guerra civil que nos costó más de una década transitar con todos los muertos
que se fueron en el transcurso de la misma, la emoción desmedida de nuestro
pueblo hizo que nos manejaran como marionetas al ser tan faltos de criterio nos
ganaron de nuevo la voluntad nos hicieron que nos matáramos, en el pasado las
élites sociales manejaron el mismo concepto callando a los que de alguna forma
protestaron, y ante la facilidad de caer en extremismos hubieron matanzas
terribles como la de la revuelta campesina de 1932 en donde más de 30,000+
campesinos fueron asesinados y si le sumamos los más de 70,000+ de la guerra
civil más de 100,000 salvadoreños han muerto por la falta de capacidad de
evitar las ideas polarizadas y por la incapacidad de nuestra clase política de
ver un destino común y una patria que amar y proteger.
Luego
de la guerra nos vinieron otras pestes aún más nocivas y peligrosas “las
pandillas” que en Los Ángeles California habían existido por décadas, éstos no
supieron de unos jóvenes refugiados que venían a principios de la décadas de
los 80s en los cuales no era impresionar a nadie sino actuar … habían vivido el
horror de los abusos de una guerra real y se encontraron en un caldo de cultivo
para volverse fuertes, haciendo del acto de delinquir una palabra realmente
suave y se convirtieron en verdaderos expertos en el crimen, acuñando la
palabra salvadoreña “MARA” bautizaron lo que ha sido uno de los castigos más
crueles que hemos tenido de las postguerra media vez pasada la guerra empezaron
a deportar la inmensa cantidad de salvadoreños que habían llegado no sólo a
vivir sino hacer del crimen y la delincuencia su forma de existir, y el
gobierno de los EEUU nos mandó de regreso a verdaderos criminales que no sólo
llegaron a inyectar miedo y zozobra sino a castigar al ya sufrido y destruido pueblo
salvadoreño, de nuevo ante la falta de apertura nos vimos de nuevo inmersos en
personas intolerantes, violentas, delincuentes de altos quilates que no han
robado miles de vidas en una guerra propia en la que la mara 18 se mata con la
13 y entre ellos han reclutado, cegado vidas, han matado, ha extorsionado y
convertido a nuestro país en un país secuestrado de una realidad nada
alentadora a otra desconsoladora.
Somos
un pueblo sumamente emocional y nos hacen ganar una posición de forma mental,
nos ganan la simpatía con cosas inocentes, nos segmentan en un lado de una
posición…nos dicotomizan así nos manejan al polarizarnos mentalmente o eres un burgués
o un proletario, nos venden que el mundo
está compuesto de dos opciones y como buen salvadoreño(a) debemos de tomar una
para continuar siendo un(a) borrego(a) más dócil de manejar, así de sencillo
ese el problema de ser tan emocionales, nos tapan los verdaderos motivos y nos
empoderan a ponernos a pelear para desgastarnos de tal forma que hemos estado
distraídos peleándonos mientras los políticos manejan nuestros destinos y los
temas importantes quedaron en el sueño de los justos, entre mas distraído estés
más sencillo será gobernar a un pueblo que no se culturiza, que no entiende en
que la educación está la productividad, en la tecnificación, en el trabajo
individual el cual nadie puede hacer (otro problema que las remesas han
potenciado a una clase acomodada que ha nacido, una nueva generación de jóvenes
que reciben dinero todos los meses con lo cual ser productivo deja de ser algo mandatorio)
así muchos de los jóvenes son más débiles a recibir esa incepción ideológica polarizándolos
volviéndolos carnes de cañón cuando sea necesario, y de nuevo la emoción nos
roba la capacidad de razonar sobre todo cuando es tu misma realidad la que está
en juego.
Ahora
estamos de nuevo divididos en una lucha mediática y política en la cual de
nuevo los viejos enemigos vuelven a pelearse como es costumbre cada 5 años, de
nuevo las emociones están desbordadas de ambos lados, ambos están en pie de
lucha, la izquierda triunfalista por los resultados de la primera elección, y
la derecha fragmentada casi noqueada por haber hecho una campaña mediática equivocada,
por no adecuarse a las nuevas realidades de un país cada vez más extremista,
muchas cosas siguen siendo iguales… Somos un pueblo emocional, con memoria
corta, con una gran necesidad que nos vendan espejitos por oro, un pueblo que
no razona porque su clase política lo induce a tenerlo ocupado en guerra
perenne y así quien se desgasta es el pueblo no ellos que con su imagen de “redentores”
se llevan nuestros impuestos, nuestra productividad y sobre todo nuestras
capacidad de generar y ser proactivos…
¿Hasta
cuando el salvadoreño se liberará de su propia clase política, maquiavélica,
indolente y sobre todo demagógica…? No lo sé pero es tiempo de empezar a
pensar, a razonar y que no nos vendan atol con un dedo…
Salvador Ezequiel Méndez
@ezek71 (twitter)
ezek71@gmail.com