Los diputados
salvadoreños hicieron alarde lo que en política se llama:
“favorecer las esferas del poder” cuando a finales del mes de
abril del año 2012 se pusieron a maquinar un importante aumento de
arriba de 800 dólares, para ponerle más carne a la parrilla lo
hicieron ante una total falta de solidaridad y con suma indolencia;
aplicaron en una noche dicha medida, lo que ellos como representantes
del pueblo jamás imaginaron fue la llama que prendieron en las redes
sociales: un aluvión de malestar a nivel general que provocó un
choque mediático importante, los medios a los que por tradición se
les ha desmeritado por ser en este contexto de oposición fueron los
que menos quisieron ser la parte activa dejando simplemente que la
reacción creciera de una forma que el partido gobernante y sus
aliados en la Asamblea Legislativa sintieran la presión de un pueblo
que no sólo se sentía frustrado de dicha actitud sino también
impotente de generar una expresión que les hiciera ver que dicha
medida era una burla y una forma hasta insultante de manejar el poder
tanto político como social.
Un campo pagado por parte
del FMLN en la cual revertían dicha medida fue el resultado de una
vergüenza política, de querer aminorar una medida que no sólo les
había dañado mediáticamente sino políticamente, de forma humilde
cosa extraña de cara a ser siempre antisistemas y reaccionarios
tuvieron que ponerse la camisa de la honestidad y hablar de un error
no sólo de sus militantes y aliados sino que pedir excusas a un
pueblo que estaba boquiabierto viendo como “sus representantes”
llamados diputados hacían a un lado las prioridades de todo un
estado para favorecerse como clientes de un sistema que les había
acogido como entes que ademas de representar también tiene los
destinos jurídicos de una nación entera, y así terminaba el acto
del circo político del momento: La Asamblea Legislativa de El
Salvador legislatura 2012-2016.
Es una pena que partidos
que tradicionalmente siempre han estado en contra de las políticas
clientelistas y corruptas hagan precisamente lo que en el pasado
atacaban de forma directa e intestina, además de olvidarse de sus
tiempos cuando eran la oposición ahora convertidos en Gobierno dejan
la filosofía de ayudar al pueblo que han jurado cuidar y dirigir, se
han convertido en otros más de los indolentes clientes del sistema
político salvadoreño, servirse de la teta del Estado para
beneficiarse ellos como clase política, ya no son las “Argollas
Oligarcas” del gran Capiltal los que han hecho barrabazadas sino
que ellos ahora convertidos en “honorables diputados” los que nos
han dado la sorpresa de ser sinvergüenzas y para colmo defender su
posición hasta que la bomba mediática era tan fuerte y desvastante
que decidieron finalmente ceder ante la presión de un pueblo harto y
cansado de tanta “basura” política que lejos de darnos
tranquilidad nos da incomodidad como ciudadanos que a base de
sacrificio y trabajo arduo nos ganamos no esos salarios privilegiados
por ser “diputados” sino que nos ganamos el diario vivir, el pan
de cada día y no ver como esos señores de traje y corbata se
“llevan” nuestras rentas nacionales, nuestros impuestos y nuestro
dinero que es de todo el pueblo y con justicia también ser para el
pueblo no para ellos como clase política: indolente, malcriada y
hasta artera con nosotros que somos quienes les damos la razón de
ser.
La nube de humo que
quieren vivir es demasiado delgada que se les puede revertir, todo
tiene un límite y son precisamente ellos mismos quienes han estado
llevandolo a ese nivel, nuestros “honorables” diputados quieren
vivir a costillas del dinero que lo encuentran “fácil” y por lo
tanto “deseable” en lugar de aumentar los salarios de los
maestros, de los doctores que trabajan en la seguridad social, o en
general a aquellos que van a quedarse a vivir de pensiones de hambre,
han decidido comerse parte del pastel que el estado reparte:
“suculentos salarios y dietas, viajes, mujeres, placeres, carros,
casas, lujos y en fin cualquier cosa que pueda comprarse con ese
dinero” ya que la educación, la salud, el pueblo como tal es un
simple burro político hay que explotarlo para que sigan pagando los
impuestos que ellos van a convertir en dinero propio, esa nube cada
vez ha demostrado que puede desaparecer y pasar factura, por hoy ya
los pocos ochocientos dólares se han ido, ya veremos que otra
sorpresa nos depara para compensar esa partida que nos hace mantener
gusanos en nuestra Honorable Asamblea, hay que seguir observando para
no dejar que ataquen de nuevo y a lo mejor se inyectan de otra forma
más dinero para sus vidas llenas de lujos e indolencia.
Ezequiel Méndez
@ezek71 (twitter)