sábado, 13 de febrero de 2016

¿ROJO O AZUL?


El Salvador de los últimos 40 años no ha sido políticamente  muy diferente al actual: la polarización extrema que ya nos llevó a una cruenta guerra civil sigue igual o incluso más radical que hace 4 décadas; la situación política no puede ser más representativa los dos bandos enfrentados están continuamente atacándose y sacándose los trapos al sol, por un lado tenemos  el color más representativo el rojo de la bandera del FMLN que con la evolución  salvadoreña ahora es gobierno ( y todo el poder ejecutivo) y maneja una parte importante del poder legislativo y por el otro tenemos al azul que es uno de los tres colores de ARENA que lo tomaremos como el color para diferenciarles; lo gracioso que alguna persona puede pensar que la escogitación de los colores es tendenciosa (ACLARO ES TOTALMENTE INDIFERENTE Y NO REPRESENTA ALGUN BENEFICIOSO TENDENCIOSO AL RESPECTO) ambos bandos han caído en una radicalización extrema que políticamente en lugar de parecer bases partidarias actúan como ejércitos de soldados dispuestos a caer en batalla por el honor de su bando, ya sea en una discusión política o en hechos de interés partidario, las personas han caído en una especie de carencia de visión analítica personal y todo lo que el partido ve como ataque se convierte en delito, difamación y ataque puntual contra el santo catequismo del canon del partido a defender.

 No se puede expresar ideas porque caes fácilmente en la difamación, en el delito de disentir, en el delito de pensar opuestamente y en el peor de los casos no ver el mundo como el partido te exige que lo veas, yo mismo he caído en ese estado a veces penoso de ser acusado de difamar cuando sencillamente he expresado mi punto de vista claro está diferente a la persona que no tolera ideas contrarias y lo ven como ataque personal, el sociólogo español jesuita Segundo Montes afirmaba que las personas tienen una ideología aunque éstas mismas lo negasen, dicha afirmación por experiencia es verdadera y en El Salvador peor en el espectro político solamente se vislumbran dos colores o eres rojo o eres azul…¿Y qué de los miles de matices de colores intermedios que pueden existir en medio de esos dos colores...? Sencillamente están equivocados ambas extremas les gusta disminuir a quien piensa diferente, pero la poralización que ahora vive la sociedad salvadoreña nos puede incluso llevar a actos de “status quo” o de “ceguera política” porque las personas pierden la base analítica que debemos tener siempre, aceptamos lo que el catecismo de la extrema nos dicta y leemos solamente a quienes piensan similarmente en lugar de leer al pensador opositor y analizar sus ideas, en lugar de escuchar a quien piensa diferente para ver en qué puede apoyar el punto de vista contrario a mi propia causa, mantener una actitud de apertura a la ideología ajena para ver qué motivaciones puede tener y que proponen dentro de su propia plataforma así cuando ésta se desvíe puedo entender sin vacilaciones los errores del adversario político.

 El Salvador es un caldo de extremismo total, hay personas dispuestas a morir por sus ideas y empiezan a insultar en lugar de proponer, a desmerecer en lugar de entender, y sentirse ofendidos en lugar de debatir con bases y fundamentos, tenemos una especie de hermanos siameses unidos por un mismo territorio y una misma cultura, que en lugar de aprender a convivir lo único que hacen es pelearse, que pasan gastando su energía vital en cosas banales, en querer conquistar la razón a como de lugar y finalmente nadie la tiene, ambos desde la relatividad de su visión experimentan el sinsabor de la realidad muchas veces diferente a como te la enseñan a ver y percibir.

Los colores solamente nos dicen la etiqueta política que hemos adoptado, nadie es mas o menos inteligente por sus ideas políticas solamente nos dice qué espectro queremos ver, radicalizar es el peor de las acciones por tomar, se secuestra al conocimiento y al deseo de aprender, y nos volvemos una manada que seguiremos eternamente a algo…en éste caso a la extrema que nos maneja como ganado a la hora de expresar una elección, aprenda a tener sus propias ideas, aprenda a analizar con más detenimiento a su propio partido, a tu propio bando: ¿Qué persiguen, cómo actúan, qué beneficios nos están aportando con sus acciones, hacia dónde nos llevan sus acciones políticas-económicas? Aprenda a ver más allá del color partidario: ¡Si lo que dicen es acorde a lo que hacen! Empiece por abrir su mente mas allá del radicalismo que vivimos en el manjar político salvadoreño, ¡Abra su mente no sea un borrego político, aprenda a pensar por si mismo(a)! ¡No defienda por defender…analice, piense y luego concluya antes de discutir! Por eso El Salvador es el mismo de hace 4 décadas somos totalmente dicotómicos: “o rojo o azul y punto” Vea más allá de su nariz y empiece a tener ideas propias y verá que lo digo es cierto, el circo mediático es lo mismo está lleno de radicalismo, aunque sea difícil sea libre pensador y desde ahí verá las cosas diferentes….¡No hay delito más grande que no abrir tu mente a ideas nuevas, el delito no es difamar sino nunca aprender a ser libre pensador y tener pensamiento independiente!

 El Salvador solamente podrá curar sus heridas cuando dejemos de ser manejados por esa nauseabunda y fétida clase política que tenemos, cuando rompamos las cadenas del pensamiento dicotómico y extremo, cuando dejemos de radicalizarnos, entonces los hermanos siameses empezarán a llevar la vida mas en armonía y harán las paces ante tanta situación y problemas que nos toca enfrentar.

¡DIOS BENDIGA A EL SALVADOR!

 

Ezequiel Méndez
Licenciado en derecho

Analista Político.

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