El
Salvador de los últimos 40 años no ha sido políticamente muy diferente al actual: la polarización
extrema que ya nos llevó a una cruenta guerra civil sigue igual o incluso más
radical que hace 4 décadas; la situación política no puede ser más
representativa los dos bandos enfrentados están continuamente atacándose y
sacándose los trapos al sol, por un lado tenemos el color más representativo el rojo de la
bandera del FMLN que con la evolución
salvadoreña ahora es gobierno ( y todo el poder ejecutivo) y maneja una
parte importante del poder legislativo y por el otro tenemos al azul que es uno
de los tres colores de ARENA que lo tomaremos como el color para
diferenciarles; lo gracioso que alguna persona puede pensar que la escogitación
de los colores es tendenciosa (ACLARO ES TOTALMENTE INDIFERENTE Y NO REPRESENTA
ALGUN BENEFICIOSO TENDENCIOSO AL RESPECTO) ambos bandos han caído en una
radicalización extrema que políticamente en lugar de parecer bases partidarias
actúan como ejércitos de soldados dispuestos a caer en batalla por el honor de
su bando, ya sea en una discusión política o en hechos de interés partidario,
las personas han caído en una especie de carencia de visión analítica personal
y todo lo que el partido ve como ataque se convierte en delito, difamación y
ataque puntual contra el santo catequismo del canon del partido a defender.
Los
colores solamente nos dicen la etiqueta política que hemos adoptado, nadie es
mas o menos inteligente por sus ideas políticas solamente nos dice qué espectro
queremos ver, radicalizar es el peor de las acciones por tomar, se secuestra al
conocimiento y al deseo de aprender, y nos volvemos una manada que seguiremos
eternamente a algo…en éste caso a la extrema que nos maneja como ganado a la
hora de expresar una elección, aprenda a tener sus propias ideas, aprenda a
analizar con más detenimiento a su propio partido, a tu propio bando: ¿Qué
persiguen, cómo actúan, qué beneficios nos están aportando con sus acciones,
hacia dónde nos llevan sus acciones políticas-económicas? Aprenda a ver más
allá del color partidario: ¡Si lo que dicen es acorde a lo que hacen! Empiece
por abrir su mente mas allá del radicalismo que vivimos en el manjar político
salvadoreño, ¡Abra su mente no sea un borrego político, aprenda a pensar por si
mismo(a)! ¡No defienda por defender…analice, piense y luego concluya antes de
discutir! Por eso El Salvador es el mismo de hace 4 décadas somos totalmente
dicotómicos: “o rojo o azul y punto” Vea más allá de su nariz y empiece a tener
ideas propias y verá que lo digo es cierto, el circo mediático es lo mismo está
lleno de radicalismo, aunque sea difícil sea libre pensador y desde ahí verá
las cosas diferentes….¡No hay delito más grande que no abrir tu mente a ideas
nuevas, el delito no es difamar sino nunca aprender a ser libre pensador y
tener pensamiento independiente!
¡DIOS
BENDIGA A EL SALVADOR!
Ezequiel Méndez
Licenciado en derecho
Analista Político.
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