LOS NUEVOS RETOS DE EL SALVADOR

EL SALVADOR Y SUS RETOS HISTÓRICOS

En una sociedad tan polarizada como la Salvadoreña cabe el adagio “el que calla otorga” pero en mi caso en la diáspora y en la distancia eso es difícil, primero porque no tengo miedo a expresar mis ideas, y porque conozco de sobra mi sociedad, la cual es una de las más dispares, abusivas y clasistas del planeta, ahora que la izquierda ha logrado la primera magistratura y mientras la derecha está inmersa en una lucha intestina cruel por buscar la causa de sus errores del pasado, sucede que estamos entrando en nuevos tiempos desde cualquier punto de vista; lo que ahora como sociedad debemos de aportar es mucho de cara al futuro, porque nuestro presente se ha visto consumido por una delincuencia ahora en niveles incontrolables, no por culpa de un sistema particular, sino porque nuestra sociedad misma ha permitido que estos grupos delincuenciales crezcan y se desarrollen como resultado de las injusticias del sistema social imperante, ellos tan sólo responden a lo que la sociedad engendra, falta de oportunidades, clasismo educativo y económico, violencia intrafamiliar, un manejo inadecuado de la pobreza extrema por parte de los que gobiernan, y sobre todo falta de valores al interior de las familias mismas.

No podemos callar nuestros defectos, es más debemos de analizarlos con honestidad, y buscar el origen de los mismos, no basta con maldecir y satanizar a los que creemos son los culpables, en una sociedad en donde los que tienen no quieren ni les interesa saber de los que no tienen indica la poca sensibilidad social de sus ciudadanos, si sentirse salvadoreño es sólo para ir a un estadio a soñar con personas que nos representan entonces estamos aún más perdidos que una aguja en un pajar, ser salvadoreño es un concepto del cual casi nadie se acuerdo a no ser de sacarle provecho político, entonces nosotros como simples personas que vivimos con nuestras tribulaciones y situaciones debemos de tratar salir adelante con una sociedad que produce inmigrantes por doquier, en donde una buena parte de nuestra juventud ha perdido el deseo de ser productiva y apela a la delincuencia como mecanismo de escape, en donde los poderosos económicamente no tienen el más mínimo de conciencia hacia los desposeídos, en donde las clases políticas sólo sirven el clientelismo entre los que se deben favores al interior de sus partidos, de eso hablo al señalar que el que calla otorga, si queremos volver a tener una idea común debemos de atacar los grandes problemas con seriedad y honestidad.

En una sociedad tan polarizada y con poca cohesión como la nuestra, un inicio es enseñar a respetar la autoridad, a tener respeto a las reglas de común convivencia, en dejar de usar a la violencia como un referente común de coerción, en donde el deseo de quitar a otros los que honradamente se han ganado es admirado y no un signo de vergüenza, sino empezamos con esos conceptos fundamentales, no se si nuestra sociedad llegue a ser un estado en el panorama mundial o seremos un lugar tribal con características feudales y seudo capitalistas, de lo contrario seguiremos en el camino al revés que en lugar de avanzar seguiremos hacia la era cuaternaria.

Ezequiel Méndez

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