EL ADVENIMIENTO DE LA IZQUIERDA ARISTOCRATICA EN EL SALVADOR

LA IZQUIERDA ARISTOCRATICA

El Salvador ha estrenado un nuevo presidente, y con ello el halo perceptual de que la nueva izquierda a la que yo llamo “aristocrática” demuestra su primera demostración de su poder, ha invitado a todos los representantes del “socialismo del siglo XXI” a pesar de no estar el Coronel Hugo Chávez todos gritaron, vociferaron y lanzaron sus ideas sin pudor alguno, se sintieron los dueños de mi patria, por lo menos sentí que se la habían tomado los izquierdistas como propiedad revolucionaria al menos en esos discursos, el punto es que la izquierda inicia con un nuevo vestido, se han vestido con una imagen mediática moderada, hay que darle el beneficio de la duda, porque ver a izquierdistas de otros lados gritando sus ideas y metiendo su mano en asuntos netamente salvadoreños muestra un poco del “entreguismo” esta vez de sabor revolucionario, antes se lo achacaban a la derecha ahora vemos el otro lado, pero por igual es entreguismo…

La izquierda aristocrática ahora tiene el poder, el sueño de tantos guerrilleros décadas atrás ahora es una realidad, esperamos que los radicales no saquen todas sus verdaderas motivaciones, espero que dejen gobernar al Presidente Funes, porque esa es la verdadera muestra de poder, un partido radical y totalitario con la cara democrática de un presidente que ganó la ajustada elección que le llevó a su victoria, eso es en síntesis la verdadera muestra de gobernabilidad, ¿los neo comunistas  salvadoreños dejarán ir su oportunidad de instaurar la dictadura del proletariado? Son preguntas que ahora carcomen a muchos que no vemos las cosas claras, que somos críticos sin importar el color de un gobierno, sino que somos salvadoreños en una diáspora a través de la distancia y el olvido, amo esa azul y blanco y no quiero ver que le pongan una hoz y un martillo a esa bandera azul  hermosa, espero que los izquierdistas aristocráticos tengan sapiensa en su estilo de gobernar, de lo contrario el arma de los hombres libres (el voto) les sea el premio o el castigo de su forma de gobernar.

QUE DIOS BENDIGA A EL SALVADOR, UN PUEBLO TRABAJADOR QUE AMA LA PAZ.

Ezequiel Méndez

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