¿Aceptación o No de otras preferencias sexuales?

¿QUIÉN TIRA LA PRIMERA PIEDRA?

Últimamente el gran debate en Latinoamérica es: “Aceptar o no los matrimonios gay”, por ejemplo en El Salvador tienen una lucha intestina en la Asamblea Legislativa porque no desean polemizar y sectores tradicionales ultra ortodoxos desean que no se admita este tipo de unión, pero la respuesta no está en que se acepte o no en la ley sino mas bien va más allá de la polémica misma, primero: ¿quiénes somos para atacar las preferencias sexuales de los demás que está en el ámbito de lo privado? Hoy recibí un correo despotricando contra los gay y lesbianas como que si ellos fuesen seres de otro planeta, hago una pregunta ¿al caso usted no ha tenido a alguien con estas tendencias en sus familias, y voy más allá si ese ser ha sido su hermano, hermana, primo, prima, tía, tío, vecino, conocido o familiar cercano?, entonces ¿qué…? va a tener la doble moral de atacar algo que posiblemente haya tenido que experimentar al seno de sus familias, esos grupos ultra ortodoxos que ahora lanzan la primera piedra al caso no tienen en su interior elementos homosexuales que con sólo observar puede cualquier persona sacar como conclusión (claro sin ofender) ¿entonces? Porqué negar algo que coexiste con nosotros, no podemos tapar el sol con un dedo, ellos independientemente de sus ideas existen, aunque usted se cierre a atacarlos no dejarán de existir.

¿Quién de esta sociedad se siente libre de pecado para lanzar la primera piedra?, ¿Usted? Bueno si lo está… ¡hágalo! porque en mi caso no siento esa libertad ni limpieza interior para sentirme por encima de nadie, no me creo un santo y más de algún error he cometido en mi vida, soy tan humano como cualquiera y por ello no me atrevo a criticar las preferencias sexuales de nadie, en mi familia vivimos a merced de la homosexualidad de un hermano (ya fallecido) que fue en realidad su mayor pecado, y otra familiar que vive su lesbianismo muy escondido ha tenido que pasar por el infierno de las burlas y de los rumores en la espalda, sus padres no tuvieron la oportunidad de aceptarlos como fueron, ¿quién tiene la fuerza moral de atacar sus preferencias? Bueno precisamente esos grupos sacados del medioevo que creen que todo aquel que no piensa como ellos deben de morir en la hoguera, señores ellos mismos viven con la doble moral de tener mucho miembros de su clero lleno de homosexuales y pero aún muchos ni siquiera lo son sino aberrados que abusan de niños(as) que dista mucho de la homosexualidad como tal, y son por hoy quienes llevan la antorcha en su crítica contra los gay y lesbianas como si ellos tuviesen que pagar el precio de las aberraciones sexuales de otras personas.

Por ello creo que la polémica no está en que los gay y lesbianas se casen, sino en cómo usted les rechaza o se burle de ellos, son seres humanos como usted o como yo, usted no sabe si algún miembro de su familia saque esa característica, por ello no escupa para arriba, no rechace ni se burle de algo que ha existido desde tiempos inmemoriales; estamos ante una nueva realidad, los tiempos cambian independientemente a su criterio ellos seguirán existiendo, lo mejor es aceptarlos y dejar que vivan como usted lo ha hecho siempre, usted no sabe cuanto sufrimiento han pasado por aceptarse como son, por buscar igualdad en la sociedad y por sentirse aceptados por una sociedad que les discrimina y los rechaza, lo mínimo que podemos hacer es aceptar su humanidad y como dijo el gran maestro Jesús: “dar la otra mejía” antes de seguir abofeteando a los demás con la crítica encarnizada y llena de furia, entienda la palabra aceptación y deje que los demás busquen su propio destino.

Ezequiel Méndez

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