martes, 9 de septiembre de 2008

Mudo ante la realidad

SURREALISMO GUANACO

“Todos los días es una aventura por sobrevivir” esta frase me la acuñó una comadre mía hace unos meses, pero lejos de quejarse y de ponerse negativa ella apelaba a la gran fuerza de voluntad que la mayoría de los salvadoreños tenemos, porque aún con una situación económica caótica que ya ronda varios años y a pesar de que El Salvador no es viable como proyecto económico para los mismos salvadoreños muchos continúan caminando el camino lleno de cenizas y de miserias sin decaer y con el ánimo de que vendrán tiempos mejores, creo que independientemente de qué sea lo que nos depare como futuro político tenemos la obligación de aplaudir a esas miles de personas que no teniendo un mañana salen a ganarse su presente, muchas de ellas sin mayor ingreso que el que van a lograr en su venta diaria, sin mas que lo que logran el día a día, mientras la clase política quiera embobar a las personas, muchas de ellas no tienen tiempo para escuchar tanta basura mediática y tienen que enfrentarse con sus crudas realidades, sobrevivir es lo que tiene que lograrse independiente a las circunstancias, porque los salvadoreños compartimos una misma identidad, un mismo lenguaje, una misma cultura y las mismas circunstancias a veces no tan alentadoras como quisiéramos que fuesen, estamos juntos y a la vez solos en las desventuras, porque el salvadoreño lejos de lamentarse sale a buscar su suerte, con su sudor se gana lo poco con que puede sobrevivir, los que no lo hacen son las lacras con las que también debe de enfrentarse: “maras, ladrones, carteristas, huele pegas, drogadictos, etc.,” que se suman a las miles de adversidades con las que debe de enfrentarse día a día.
Sobrevivir es una especie de surrealismo al estilo guanaco, no nos queda otra opción, estamos solos y nadie puede sacarnos adelante, es el deseo de salir avante ante la adversidad la que nos hace ser productivos, la que hace que encontremos miles de personas vendiendo en las esquinas, soportando grandes cargas en sus cabezas, bañándose de lluvia cuando cae un temporal, madrugando para salir temprano a traer la venta necesaria, miles de personas torteando y pupusueando desde muy de madrugada para tener algo cuando la gente sale a sus trabajos, ese ánimo los políticos (que por cierto lo tienen todo arreglado) no se ven en esas situaciones de extremidad, ellos que viven del dinero del pueblo se duermen tarde se levantan tarde y trabajan sólo ciertos días de la semana y tienen todo el dinero para vivir sin sobresaltos, al contrario de la clase obrera y media debemos de cargar en el lomo toda la carga de esa irresponsabilidad política que fácilmente piden préstamos onerosos para pagarse sus viajes y sus lujos a instituciones extranjeras felices de ver cómo se acaban esos fondos en disparates y sandeces, al salvadoreño no le queda tiempo cada día le da hambre a él (o ella) y a sus hijos(as), tenemos que enfrentarnos con una realidad dura y cruel, la economía ha llegado a niveles insostenibles, y sea quien sea quien continúe en el poder, las cosas no pintan en camino a mejorar, así que la frase de mi comadre es más que cierta, cada día debemos enfrentarnos con la aventura con el objetivo de sobrevivir que tan magistralmente los salvadoreños desde tiempos ancestrales hemos hecho.

Ezequiel Méndez
soundmute@ezequielmendez.info
http://soundmute.blogspot.com

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