viernes, 5 de septiembre de 2008

El silencio del ruido...

LA NUEVA ERA SALVADOREÑA
Hace casi 500 años Maquiavelo escribió en su monumental libro que es considerado el primer tratado de política moderna “El príncipe”: “el fin justifica los medios”, nada más exacto para la comparsa de la realidad social salvadoreña, aquí que no tan sólo tenemos que lidiar con los políticos mediáticos, sino también con la burocracia estatal y con la de ideología que va desde canciones hasta artículos de periódicos de primera plana, la polarización se ha extremizado hasta niveles insospechados, soñadores a ultranza, radicales extremistas, neo comunistas, neo nazis y toda una amplia gama de tendencias ahora se van al cuadrilátero de las ideas, se extreman radicalizando sus posiciones como si tuvieran ellos solamente la verdad absoluta, y lo peor de todo nadie la tiene, cada quien ve desde su limitada perspectiva, emiten sus postulados pensando que no hay nada que se les oponga a su verdad absoluta, resultados obvios: terminan desencantados desde sus propios andamios ideológicos derrotados por realidades mucho más extremas que lo que ellos vivían en un primer momento.
Nadie puede obtener la razón y verdad absoluta, los grandes filósofos nos indican que la realidad es una suma de realidades relativas que al sumarse crean la realidad que todos conocemos, la ideología mal manejada crea seres robotizados que no tienen perspectiva propia y que actúan de acuerdo a lo que la ortodoxia de su postura dice, eso es en realidad lo que el neo maquiavelismo promueve, manejas incluso a tus propios detractores y los haces que en su discurso se contradigan para al fin y al cabo lograr un solo objetivo “el poder” que es el fin que se quiere obtener, los medios abundan y hasta una palabra fuera de contexto o un hecho aislado que no tenga nada que ver con el hecho que se discute es válido para lograr lo propuesto.
En El Salvador se ha generado un crisol ideológico más que amplio y diverso, pero eso crea sus propias dinámicas y contradicciones, todos quieren promover sus verdades no porque sus posiciones sean buenas sino porque los demás tienen errores y defectos, eso es lo crítico no porque sea lo más sano para la dinámica misma, la postura debe de justificarse en base a lo propio no a lo errático del entorno, la mayor grandilocuencia de la política es pretender ser la cura de todos los males cuando ella misma se vuelve un mal que no nos queda más que aceptar y sobrellevar, los políticos han olvidado que no somos un ganado del cual seremos manejados de tal manera, somos personas muchas de ellas con capacidad analítica e independencia de criterio, que no somos un simple número de una estadística, somos más que eso, la sociedad misma es demasiada compleja para pretender manejarla como a una persona, los políticos se han olvidado de escuchar a los verdaderos problemas que subyacen de su misma demagogia, y lejos de querer solventar los problemas reales se han embarcado en un discursos insustancial y anacrónico.
Ezequiel Méndez
soundmute@ezequielmendez.info
http://soundmute.blogspot.com

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